A propósito del descubrimiento, conquista y colonización
NI LEYENDA ROSA NI LEYENDA NEGRA*
LO
INEVITABLE: 1) que los europeos llegaran a estas tierras y no
al revés, dadas las descomunales diferencias en el desarrollo de las fuerzas productivas
entre colonizados y colonizadores. 2) Que unos y otros, colonizados y
colonizadores, discreparan sobre la explotación, el reparto y destino de los
recursos existentes. 3) Que las ideas dominantes para la época, fueran otras.
No podemos
sustraernos a las posibilidades existentes para aquella época.
Encontramos, en el Anti-Dühring escrito por Engels,
capítulo II, sección segunda, La teoría
de la violencia y el poder, para contradecir a este autor que proponía la
violencia como imprescindible en la aparición de la propiedad privada:
“Todo el proceso se explica por causas puramente económicas, sin que ni una
sola vez hayan sido imprescindibles el robo, la violencia; las condiciones
económicas dadas son las que deciden si la violencia, si la paz, si la guerra,
si las armas
…”.
Siguiendo a Engels, nos preguntamos ¿Pudo darse la colonización de las Américas
sin violencia? ¿Pudo haberse logrado, para los colonizadores, el objetivo
económico en paz, sin armas, sin guerra?
LA
BARBARIE DE LA COLONIZACIÓN: “El
capitalismo nació chorreando sangre y lodo por todos sus poros desde los pies
hasta la cabeza”,
escribe Marx en su documento La llamada acumulación
originaria (El Capital cap. XXIV), en el que no sólo describe la barbarie para
despojar de sus tierras a los campesinos de Inglaterra, Escocia e Irlanda sino
la ocurrida en India por parte del colonialismo inglés y la barbarie en las
Américas en los que una formación en ascenso, el capitalismo, acumuló oro,
dinero, riquezas que repercutieron significativamente en el nacimiento y consolidación
de este nuevo sistema socioeconómico ‘superior’
a los hasta ahora existentes. Y el trasfondo de la violencia es puramente
económico y, para decirlo de otra manera: lo más rentable para los objetivos
económicos de la conquista fue la violencia, aunque en no pocas oportunidades intentaron
el saqueo en paz (oro por espejos e intercambios parecidos) y, ante todo, la
reconocida labor de fray Bartolomé de las Casas y muchos misioneros reclamando mejor
trato para los indios; que incluso lograron, en el papel, obtener de la reina
Isabel un conjunto denominado Nuevas
Leyes en favor de los indios.
Las condiciones existentes para realizar la
colonización en el siglo XVI no nos las podemos inventar 530 años después,
tampoco podemos pretender que los estadios socioeconómicos anteriores al
capitalismo eran mejores e insustituibles, NO, el capitalismo era la formación socio
económica que históricamente habría de sustituir a las anteriores ya caducas y,
en el caso de las Américas, la humanidad no podía darse el lujo de esperar los siglos
de evolución que le faltaban a nuestros aborígenes aun en el primitivismo muchas
tribus y en el salvajismo otras. Leemos en La
llamada acumulación originaria…: “La violencia es la partera de toda sociedad
vieja que lleva en sus entrañas una nueva sociedad, ella misma es una potencia
económica”,
así que la violencia fue la comadrona que en las Américas ayudó a la humanidad
a parir un nuevo régimen que de cualquier forma estaba destinado por la
evolución histórica a abrirse paso por encima de cualquier adversidad. Por
supuesto, en este mundo desconocido, abrupto, salvaje los colonizadores
encontraron toda clase de obstáculos desde los imaginarios pasando por los
naturales físicos y climáticos hasta la resistencia indígena. Despojado de
sentimentalismos y moralismos, el historiador y escritor colombiano, Germán
Arciniegas (1900-1999), es de gran ayuda para comprender las peculiaridades en
que se desenvolvieron en aquella época tan descomunales acontecimientos. Un
abrebocas: leemos en el prefacio de su libro Biografía del Caribe, “Que el siglo
XVI es el siglo de oro de España, es la verdad: pero no es toda la verdad. El
XVI es de oro no sólo para España sino para Inglaterra, para Francia. Es el
siglo de Cervantes, de Shakespeare, de Rabelais. Las letras no tuvieron antes,
en los tres reinos, esplendor parecido. Ni tampoco los reyes” … “con el
descubrimiento de América la vida toma una nueva dimensión: se pasa de la
geometría plana a la geometría del espacio. De 1503 hacia atrás los hombres se
mueven en pequeños solares, están en un corral, navegan en lagos. De 1500 hacia
adelante surgen continentes y mares océanos es como el paso del tercero al
cuarto día, en el primer capítulo del Génesis…” … “El pueblo tenía odios, amores, perjuicios,
supersticiones, en una palabra: tenía su fe. Como siempre, se podían ver en él
la visión del pasado y la visión del futuro: la tradición y la esperanzas: La
historia y la aventura. En él estaban el arrojo, el juego limpio o turbio a
vida o muerte, que mantuvo tensas las cuerdas del drama, que permitió
escrudiñar en un cuarto de siglo todos los mares y en otro cuarto de siglo
hasta el último rincón del Nuevo Continente. Esa gente del pueblo le daba la
vuelta a los mares en una tabla, o iba hasta el corazón del Amazonas, hasta la
cumbre de los Andes con una espada y un hacha. Así es: el mapa del mundo se
hizo en el siglo XVI con un trapo, unas tablas y unos cuchillos. Estas tres
cosas forman el verdadero escudo de armas del Caribe”.
Así que los que llegaron no fueron señoritos manilimpios; fueron gentes
valientes, de coraje, obstinados y “con más imaginación y sueños que razonables”.
Ahora bien, la violencia ha estado presente en la
historia y la prehistoria y es cooperante del período “civilizado” que
transcurrimos; su contribución sería interminable: la Grecia épica y la
formación y disolución del imperio romano fundados en la esclavitud, la formación
y consolidación de las naciones hoy existentes, la caída de reyes y señores
feudales, la unificación de la China actual, el imperio azteca, la civilización
maya y el imperio Inca que encontraron los españoles estaban pasando por una fase
violenta (sojuzgaban a otras tribus, ofrecían doncellas a sus dioses y asaban
prisioneros). Y fueron violentas la Revolución Francesa y las revoluciones de
independencia de Estados Unidos, Centro América y Suramérica, la revolución
mejicana (1910-17), también las revoluciones socialistas, … y ateniéndonos a lo
anterior, sin violencia no lograremos implantar el socialismo del que surgirá
-ahí sí, sin violencia- el futuro comunista.
“No deberíamos
olvidar nunca que todo nuestro desarrollo económico, político e intelectual
tiene como presupuesto una situación en la cual la esclavitud fue reconocida
como necesaria y universal. En este sentido podemos decir: no hay socialismo
moderno sin esclavitud antigua”, Engels en el Anti-Dühring.
*
En la revista
Tribuna Magisterial (23/10/2020), Gustavo Adolfo Quesada Vanegas titula así un
escrito:
“12 de octubre de 1492: ni leyenda rosa ni leyenda negra”. Muchos autores utilizan esta
expresión para referirse a la disyuntiva planteada. Los creyentes de la leyenda rosa podemos ubicarlos
principalmente entre los autores y analistas ibéricos y europeístas, mientras
que los fieles de la leyenda negra militan
en la pseudoizquierda y el “progresismo”, son los mismos detrás de la
destrucción de estatuas y monumentos de personajes de la conquista; mismos que
les reclaman a españoles y europeos que asuman la actitud hipócrita de “pedir
perdón”. Peor aún, la leyenda negra incluye
la condena a la evangelización, sin embargo, “progresistas” e indigenistas son
los más rezanderos y, afortunadamente, nunca se les ha ocurrido derrumbar templos.
BIBLIOGRAFÍA: Sobre el descubrimiento, la conquista y la colonización existe, por supuesto, infinita documentación; sobre las leyendas negra y rosa, adicional a la mencionada en el texto, se recomienda:
https://rebelion.org/la-violencia-de-la-esclavitud-fue-fundamental-en-el-ascenso-del-capitalismo/
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