martes, 7 de marzo de 2023

 

Las mujeres al poder  

pero “¿el poder para qué?”

«Cada trabajadora debe aprender a administrar el Estado», Lenin

 En las últimas décadas, en tanto se desdibuja, se abandona y se traiciona al ideario marxista, se posiciona en el ambiente discursivo y político el alegato pequeño burgués referido, según su concepción, a los derechos de la mujer. Y uno de tales derechos, el que interesa a este artículo, es la pretendida asunción de las mujeres a los órganos de poder -estatal y o empresarial-. A esta “aspiración” femenina, cada día se le suma el respaldo de gobernantes, magnates, personas influyentes de todos los pelambres en la farándula, el deporte, el ocio, etc. Y, “las izquierdas”, el “progresismo” y demás eufemismos con los que se disfraza la “nueva derecha” suponen que como han logrado en ciertos países acceso a la gobernanza, allí, la lucha revolucionaria de la mujer ha de ser reemplazada por estatutos, decretos, normas y leyes que establezcan la paridad de género en los altos mandos: presidencia, ministerios, generalatos, gerencias, juntas directivas, etc. Allá ellos, los gobernantes y sus mujeres aburguesadas ejerciendo el poder sobre la población, sobre los trabajadores y asalariados, pero no pretendan hacer creer que las mujeres que asumen gobiernos o dirección de grandes empresas, por ese motivo son exponentes o ejemplo de la mujer en general, ¡No! ellas representan una clase y es a la clase dominante, explotadora y opresora; representación que la “vieja derecha”, por una u otra razón, le ha permitido ejercer, en algunos países, a la “nueva derecha”.

Las clases explotadoras y opresoras, al igual que las clases explotadas y oprimidas se componen de hombres y mujeres; así que las asalariadas y en general las trabajadoras no se dejarán confundir, cuando ejemplos tienen por centenas de mujeres que han asumido gobiernos y la dirección de grandes empresas y entidades, sin que por ello las naciones, los pueblos y los trabajadores hayan superado las privaciones creadas y fomentadas por sus pares hombres en los mismos altos cargos. Hoy el FMI y el Banco Central Europeo tienen como cabeza principal mujeres, no por ello o por ellas, tales entidades financieras multilaterales han cesado de imponerles a los países del tercer mundo el yugo de sus condiciones y políticas depredadoras a cambio de préstamos onerosos que con recursos nacionales y nuestros impuestos tienen que ser sufragados. La soberanía de las naciones del ahora llamado sur global está restringida, igual con estas damas que con sus antecesores hombres.

Algunas de ayer: No es interés de este documento referirse a las reinas y emperatrices de la época medieval, nos circunscribimos a los siglos XX y XXI. Indira Gandhi gobernó la India (1966-1977 y 1980-1984), sin que la miseria de millones de indios se redujera ni que, por encima de las humillaciones patriarcales sobre la mujer, se dejara de venerar a las vacas (porque así lo ordena la ley hindú). Golda Meir, sionista ella, fue primer ministro de Israel (1969-1974) y durante su mandato, igual impulsó el desalojo y despojo de tierra a los palestinos para entregarlas a sus compatriotas hebreos colonizadores. Margaret Thatcher, primera ministra del Reino Unido (1979-1990) asumió el cargo convencida de que la mala hora del Reino se mejoraba imponiendo a los trabajadores condiciones de trabajo y de vida más onerosos; no dudó en ejercer la represión económica más violenta conocida en ese país en las décadas precedentes, resultado: los grandes empresarios mejoraron sus números mientras los salarios mermaban; la desigualdad, la pobreza y el desempleo crecieron. ¡Qué no escribir¡ de la recién fallecida reina de Inglaterra, Isabel II, cabeza de la enmohecida y parasitaria realeza cuyo principal papel es político-ideológico: fomentar en la mente de los pueblos -traspasando fronteras- la obediencia, sumisión y conformismo ante las miserias infringidas por las clases explotadoras y opresoras, justificando, de paso, su parasitismo, sus lujos, su impudicia, su derroche y degradación.

Algunas de hoy: Angela Merkel (canciller alemana desde 2005 a 2021) aunque pretendiendo a ratos darle a la mujer mayores oportunidades de empleo, en medidas respecto de la población trabajadora no tuvo distinción alguna con sus predecesores “Merkel deja una Alemania que nunca ha sido tan rica, pero también nunca ha sido tan injusta. Nunca ha habido tanta distancia entre ricos y pobres, la clase media se ha ido empobreciendo poco a poco, millones de jubilados sobreviven con pensiones de miseria, falta mano de obra cualificada para la industria, hay graves problemas de integración de los migrantes, y está muy por detrás del resto del mundo en la carrera de la digitalización” … “Un tercio de los trabajadores tiene un trabajo precario”, escribe en RTVE Gabriel Herrero, corresponsal de RNE en Berlín. Y sin pudor alguno reconoció haber engañado al mundo: recién declaró que firmó los acuerdos de Minsk no para cumplirlos sino para darse tiempo de armar a Ucrania y afiliarla a la OTAN tras los propósitos intervencionistas contra la Federación Rusa. Ursula von der Leyen, también alemana, presidenta de la Comisión Europea, salpicada ella por corrupción, es abanderada hoy para la prolongación de la guerra en Ucrania mediante la aprobación y envío de toda clase de armas al campo de batalla más los 10 paquetes de “sanciones” económicas a Rusia.

Guardando proporciones, análisis similar podría hacerse de las gobernantes latinas como Michele Bachelet (Chile), Dilma Rousseff (Brasil) y Cristina F. de Kirchner (Argentina) para nombrar las más importantes y, por cierto, representantes del llamado “progresismo”. Estas damas no restituyeron un gramo de soberanía a tales países ni la condición económica dependiente de los Estados Unidos, tampoco del atraso centenario de su desarrollo ¿por culpa de los hombres gobernantes?; la desigualdad, la pobreza de sus habitantes y la explotación en mano de obra barata de las grandes multinacionales no amainó; gobernaron privilegiando los intereses de las clases poseedoras y parásitas intermediarias del imperialismo norteamericano, de contera, el currículum vitae de algunas de ellas está ligado a la corrupción con los recursos del estado. Ni hablar de las gobernantes abiertamente golpistas, acusadas de masacres a la población como la expresidenta de Bolivia, recluida en prisión, Jeanine Ibáñez y la actual presidenta peruana Dina Boluarte.

Todas ellas gobernaron en representación y defensa de los intereses de la burguesía dominante, en la que se incluye a las mujeres de empresa, grandes propietarias y grandes accionistas; los favorecidos no fueron los trabajadores que incluso perdieron capacidad adquisitiva, mientras las ganancias empresariales se elevaron y se malgastaron en lujos para los accionistas y directores ejecutivos (CEO) compuestos, por cierto, de hombres y mujeres.

Al igual que en el régimen nazi, donde también hubo mujeres despiadadas, participantes del exterminio de las “razas inferiores”, hoy, en cargos de poder las hay con iguales “cualidades fascistas” tipo subsecretaria de estado de los EE.UU., Victoria Nuland o la misma Hillary Clinton promotoras entusiastas, con hombres del momento, de carnicerías humanas en África (Libia, Sudán, Eritrea…) u Oriente Medio (Afganistán, Irák..)

Actualmente, en cerca de veinte países, una mujer está a la cabeza del gobierno sin que sus ejecutorias difieran sustancialmente de la de sus antecesores varones en favor de los intereses de las clases poseedoras ni que la explotación sobre las asalariadas tenga tregua. Bajo dirección de una mujer, Sanna Marín, Finlandia acaba de aprobar afiliarse a la OTAN, esa agresora alianza militar fundada en 1949 con el objetivo de impedir que, a los intereses hegemonistas de los EE.UU., alguien se le atravesase.

Empoderadas en las grandes compañías: La revista Forbes publica en su lista de mujeres multimillonarias a 39 directoras ejecutivas, con riqueza conseguida, como la de los magnates hombres: nunca por su trabajo, sino en base a privilegios oficiales, la explotación de trabajadores y la especulación en bolsa. Una característica de estas mujeres es que toda o parte de su fortuna proviene de herencias de su cónyuge, padres o hermanos y por reparto en los divorcios. Y es que, a ese nivel de clase, sí funciona debidamente el derecho de la mujer al divorcio. En cuestión de derechos de la mujer, prácticamente ya todos le fueron concedidos, pero sólo las mujeres de las clases poseedores los pueden obtener, mientras que a las trabajadoras les ponen muchas trabas y acceder a los mismos derechos significa lucha adicional y, tiempo y dinero para dirimir sus pleitos en los estrados judiciales.

Ahora bien, el dicho popular “de tras de cada gran hombre, hay una gran mujer”, se utilizó para resaltar el trabajo en la sombra, principalmente de las esposas de hombres importantes, pero igual, puede utilizarse para descubrir el papel de las mujeres que al lado de sus jefes y maridos colaboraron, se enriquecieron y se beneficiaron de sus felonías; allí casan primeras damas, vicepresidentas, ministras, generalas, y todas aquellas que con “gran esfuerzo” alcanzaron las cimas del poder, pero con “mínimo esfuerzo”, también se hundieron, a los ojos del pueblo, en profundas y oscuras simas.

Y por supuesto hay escritoras renombradas y famosas con sus respectivos seguidores, que exponen con suma elocuencia el prontuario feminista. Y una mínima referencia de deportistas y artistas que sin empacho exhiben ingresos sin que sus improductivos trabajos los justifique, comparados, sobre todo, con los miserables ingresos en extenuantes jornadas del resto de trabajadoras.

La participación en política de la mujer, de la mujer trabajadora, no tiene por qué extraviarse tras la obtención de altos cargos en el estado represor que, al ejercerlo, la convierte en opresora, como los hombres que las feministas aseguran combatir. Los pueblos necesitan partidos revolucionarios, sindicatos clasistas, guías experimentadas en la lucha; la participación política de la mujer ha de contribuir a la formación de organizaciones que se propongan objetivos electorales absolutamente contrarios a los de las participantes burgueses; las mujeres pueden y deben aspirar al parlamento, pero no para avalar, defender ni fortalecer tal institución, sino para denunciar su abyecto relación con el órgano ejecutivo, el rol demagógico frente a las masas laboriosas o, en palabras de Francisco Mosquera utilizar las elecciones y la tribuna parlamentaria para esclarecer la conciencia de las masas, acabar con las ilusiones electorales y parlamentarias de los sectores atrasados y crear así condiciones para destruir las instituciones reaccionarias en las que se participa.

 ¿Cuánta diferencia puede captarse entre la vicepresidencia del gobierno actual a cargo de Francia Márquez y la vicepresidencia del anterior gobierno a cargo de Martha Lucía Ramírez?, “progresista”, aquella, de “derecha”, esta. Una y Otra vicepresidentas del mismo Estado dominado y controlado por la misma oligarquía y los terratenientes colaboracionistas del mismo imperialismo norteamericano. Estas clases dominantes y sus amos permiten la realización de elecciones sobre el entendido que, independientemente de los resultados, sus más caros intereses están a salvo; así pues, diferencias, entre los dos gobiernos, entre las dos vicepresidentas, por supuesto las habrá: sus talantes y sus talentos, su raza y su cuna no coinciden, tampoco los caminos recorridos por una y otra previo al inquilinato conquistado de la Casa de Nariño, pero en materia sustancial para la nación, para las masas laboriosas y para la mujer trabajadora, no hay mejoras, porque el poder que las refrenda, con una y otra dama guardan, precisamente, intereses de antemano establecidos. Y, a siete meses de este gobierno, pruebas ya abundan.

 Si algún consejo puede darse a las feministas que hoy aspiran al poder, si de verdad les preocupara la independencia y goce de derechos de la mujer, cuando asuman el gobierno asegúrense: 1) de leer bien la constitución y las leyes para que se enteren que en esos papeles ya prácticamente la mujer tiene reconocidos todos sus derechos, 2) pero, para que la mujer pueda acceder a tantos derechos reconocidos, hay que materializarlos con infraestructura suficiente a lo largo y ancho del país, de tal suerte que los oficios domésticos, generalmente ejecutados por mujeres, sean prestados en la forma de empresas con trabajo asalariado; una red eficiente y accesible para todos de  sala cunas, hogares infantiles, hogares geriátricos, lavaderos, comedores y restaurantes populares sacará a la mujer de la monotonía del hogar y la convertirá en un ser productivo, marchando a su verdadera independencia; de las mujeres desaparecerá el miedo a tener hijos y brotarán condiciones para que tampoco deban recurrir al aborto.

 Así que hoy, día internacional de la mujer, la invitación es a seguir el ejemplo de mujeres -que por montones existen y han existido- aquellas que desinteresadamente dedicaron su vida al servicio de los pueblos; desde científicas, pasando por luchadoras y revolucionarias, hasta artistas. En todos los grandes eventos de la humanidad ha estado presente la mujer y es el día de honrar a las que ofrendaron su vida, su libertad o dedicaron su existencia a las causas de la liberación, contra la opresión, por el avance y progreso de los pueblos; por las que se empeñaron en que el conocimiento, las ciencias y las artes estuviesen al servicio popular. Hoy es día para develar la confusión pretendida del individualismo burgués de ponernos como ejemplo a la persona que salió adelante y, en vez de ello resaltemos el esfuerzo femenino por remover los mojones de la sociedad que le tocó vivir para que sus congéneres alguna vez disfruten una sociedad sin clases.



 

jueves, 23 de febrero de 2023

 

𝗘𝗟 𝗗𝗘 𝗧𝗔𝗫𝗜𝗦, 𝗣𝗥𝗜𝗠𝗘𝗥 𝗜𝗡𝗧𝗘𝗡𝗧𝗢 𝗗𝗘 𝗥𝗘𝗦𝗜𝗦𝗧𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔 𝗗𝗘 𝗧𝗥𝗔𝗕𝗔𝗝𝗔𝗗𝗢𝗥𝗘𝗦, 𝗖𝗢𝗡 𝗖𝗢𝗕𝗘𝗥𝗧𝗨𝗥𝗔 𝗡𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡𝗔𝗟

Los inmaculados petristas que no han notado el continuismo antinacional y antipopular en las ejecutorias del gobierno de Petro, de pronto descubrieron los 𝑝𝑒𝑐𝑎𝑑𝑜𝑠 de los trabajadores al volante, justo el día que osaron convocar un paro contra el gobierno del “cambio”; movilización que debió apoyarse por la población en general, así fuese por una sola de sus peticiones: 𝗲𝗹 𝗮𝗹𝘇𝗮 𝗲𝗻 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗿𝗲𝗰𝗶𝗼𝘀 𝗮 𝗹𝗮 𝗴𝗮𝘀𝗼𝗹𝗶𝗻𝗮.

Contra el gobierno del cambio, ¿pero cuál cambio? Si hasta por escrito está la complacencia del FMI con las medidas económicas petristas ¿Cambio es permitirles a los gringos una nueva base militar en la Gorgona? ¿Cambio es ofrecerle a la OTAN depredadora el cuidado de la cuenca amazónica? ¿y a organismos internacionales, mediante Acuerdo de Escazú, la resolución de nuestros pleitos ambientales? No se ha visto a Biden, al Pentágono, a Wall Street o algún representante del imperialismo norteamericano indispuesto por los “cambios” petristas.

¿Se merecen los taxistas el oprobio de quienes avalan la compra de tierras a los despojadores para vendérselas a los despojados, mismos que “𝘴𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘰” de paz total -la que nunca se dará donde haya clases- porque así lo prueba la historia universal? ¿Es lícito desacreditar a un taxista por sus 𝑝𝑒𝑐𝑎𝑑𝑖𝑙𝑙𝑜𝑠 mientras se calla por la excarcelación de criminales, omitiendo de paso la opinión de huérfanos, viudas, lisiados y desvalijados; menospreciando el llanto por sus muertos, ¿sus desaparecidos, su desarraigo, sus pertenencias?

Se fustigan las “𝑚𝑎𝑛𝑐ℎ𝑎𝑠” del trabajador al volante, mientras el despilfarro, el lujo, la ostentación y la francachela de los nuevos gobernantes se justifican porque los de ayer ya lo practicaban o porque “𝘭𝘰𝘴 𝘩𝘶𝘮𝘪𝘭𝘥𝘦𝘴 𝘵𝘢𝘮𝘣𝘪é𝘯 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦𝘯 𝘥𝘦𝘳𝘦𝘤𝘩𝘰” ¿derecho a feriar lo ajeno, los recursos del pueblo arrancados con la reforma tributaria y los incrementos al precio de la gasolina?

¿De cuándo acá, aprobamos los paros y bloqueos contra Duque, pero contra Petro los descalificamos, siendo que este le impone medidas aún más opresivas a nuestro bolsillo?

¿Por qué meter en un solo costal al taxista que vive de un trabajo duro y mal remunerado con aquellos magnates del transporte, propietarios de centenares de vehículos que le hablan al oído de Petro y su ministro Guillermo Reyes? Y es que, con el “gobierno del cambio”, 𝘁𝗼𝗱𝗮𝘀 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝘀 𝘀𝗲 𝗮𝗰𝗼𝗺𝗼𝗱𝗮𝗻 𝗮𝗹 𝘁𝗲𝗻𝗼𝗿 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲𝗻 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿 𝗱𝗲 𝗻𝗲𝗴𝗼𝗰𝗶𝗮𝗰𝗶ó𝗻: Andi, Fenalco, Fedegan, Asobancaria, Anif, Anato, Acopi …… La protesta de estos termina a manteles Casa de Nariño u hoteles 5 estrellas, mientras tanto, los trabajadores no contamos con poder de negociación alguno, dado que “nuestros voceros” -al estilo mamerto (década del 30)- ahora marchan a la cola del "𝒄𝒐𝒎𝒑𝒂ñ𝒆𝒓𝒐 𝒑𝒓𝒆𝒔𝒊𝒅𝒆𝒏𝒕𝒆". Ayer del 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑎ñ𝑒𝑟𝑜 𝑝𝑟𝑒𝑠𝑖𝑑𝑒𝑛𝑡𝑒 López Pumarejo (1934-1938), el reformador que los EE.UU. necesitaban para sus apuros de la época; esta vez con el 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑎ñ𝑒𝑟𝑜 𝑝𝑟𝑒𝑠𝑖𝑑𝑒𝑛𝑡𝑒 Petro, el reformador apaga incendios que, el mismo amo en medio del atolladero, hoy necesita. Los Estados Unidos, en su encrucijada existencial hegemónica, precisa en su 𝑝𝑎𝑡𝑖𝑜 𝑡𝑟𝑎𝑠𝑒𝑟𝑜 de gobernantes para desmovilizar masas, para anestesiar el estallido social y, ahí encuentra y alimenta al “progresismo” latinoamericano.

ENTENDER LAS REIVINDICACIONES DE LOS TAXISTAS

Uber y las plataformas tecnológicas llegaron para quedarse, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗻𝗲𝘀 𝗽𝗿𝗲𝘀𝘁𝗮𝗻 𝘀𝗲𝗿𝘃𝗶𝗰𝗶𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝘁𝗿𝗮𝗻𝘀𝗽𝗼𝗿𝘁𝗲 𝗮 𝘁𝗿𝗮𝘃é𝘀 𝗱𝗲 𝗲𝗹𝗹𝗮𝘀 𝗲𝘀𝘁á𝗻 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗼𝗯𝗹𝗶𝗴𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗱𝗲 𝗮𝗷𝘂𝘀𝘁𝗮𝗿𝘀𝗲 𝗮 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗴𝗹𝗮𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝗹𝗲𝘀 𝗲𝘅𝗶𝗴𝗲 𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝘁𝗮𝘅𝗶𝘀𝘁𝗮𝘀. Sólo es entendible que por ineptos estos gobiernos no hayan sido capaces de poner a las plataformas en su sitio, de tal manera que tampoco super exploten, como lo están haciendo- a los necesitados que las usan. 𝗗𝗲𝘀𝗽𝘂é𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗰𝗼𝘀𝘁𝗼𝘀𝗼𝘀 𝗽𝗿𝗲𝗰𝗶𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗴𝗮𝘀𝗼𝗹𝗶𝗻𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝗲𝘀𝘁𝗲 𝗮𝗻𝘁𝗶𝗽𝗼𝗽𝘂𝗹𝗮𝗿 𝗴𝗼𝗯𝗶𝗲𝗿𝗻𝗼, 𝗲𝗹 𝗽𝗿𝗼𝗯𝗹𝗲𝗺𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝘁𝗮𝘅𝗶𝘀𝘁𝗮𝘀 𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗱𝗮𝗱𝗮 𝗹𝗮 𝗶𝗻𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝘆 𝗱𝗲𝘀𝗲𝗺𝗽𝗹𝗲𝗼 𝗱𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗿𝗮𝗾𝘂í𝘁𝗶𝗰𝗮 𝗲𝗰𝗼𝗻𝗼𝗺í𝗮, todo el que tiene un carrito lo pone a prestar servicio de transporte, llevando al taxista a condiciones miserables por los costos que los demás se saltan, pero el taxista no. 𝐄𝐧 𝐫𝐞𝐬𝐮𝐦𝐞𝐧 𝐲 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐬𝐨 𝐥𝐚 𝐣𝐮𝐬𝐭𝐞𝐳𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐫𝐨: las soluciones corresponden al gobierno que no tiene tiempo sino para los amos del norte, los terratenientes y las oligarquías dominantes.

Adenda: a 6 meses del gobierno Petro, se realizan a diario decenas de protestas a lo largo del territorio nacional, pero esta de los taxistas 𝗲𝘀 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗮 𝗰𝗼𝗻 𝗰𝗼𝗯𝗲𝗿𝘁𝘂𝗿𝗮 𝗻𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹 𝗰𝗼𝗻𝘃𝗼𝗰𝗮𝗱𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝘁𝗿𝗮𝗯𝗮𝗷𝗮𝗱𝗼𝗿𝗲𝘀. Con seguridad, proliferarán y prosperarán, en la medida que se desvele el continuismo y verdadero carácter de los inquilinos de turno de la Casa de Nariño

viernes, 28 de octubre de 2022

 

El precio del dólar sube, pero sólo escuchamos explicaciones técnicas

LA TIRANÍA DEL DÓLAR Y LA SOBERANÍA DE LAS NACIONES

 Leemos, vemos y escuchamos por los medios de información las “causas” por las que el precio del dólar escaló casi hasta $5.000 esta semana. La oposición acusa como responsable al gobierno de Petro, el Gobierno responde que la causa se encuentra en la coyuntura internacional presente. Unos y otros creen tener la solución -hasta el exsenador Robledo, liquidador del Moir y fundador de Dignidad- quien, mediante carta al Presidente, igual que todos los consejeros, le da los mismos consejos para que el valor del dólar baje unos pesitos-; infortunadamente para los colombianos, todos se atienen meramente a los caducos criterios de economía convencional, a la ortodoxa económica neoliberal y, de economía política ¡nada! Veamos:

Técnicamente hablando, a los devotos de la ley de la oferta y la demanda habrá que aclararles que el dólar sube de precio frente a las demás monedas, no porque no haya dólares (la maquinita impresora de la FED como que funciona todos los días las 24 horas), sino por obstrucciones en su oferta: los dólares no circulan y escasean en el mercado porque todos quieren atesorarlos (los colchones, las cajas fuertes y los bancos acumulan dólares) como moneda refugio, tal como se lee en la prensa ante las incertidumbres del presente: alta inflación, recesión en los países desarrollados (USA, Europa, Japón), guerra de Ucrania y las sanciones asociadas, las provocaciones a la soberanía china, etc. Además, la FED ha subido como nunca la tasa de interés en los Estados Unidos, atrayendo hacía allí los dólares.

 A lo anterior, que incide en la convertibilidad de cualquier moneda del mundo se agregan las particularidades en algunos países por la incertidumbre ante los contradictorios mensajes de los gobiernos de turno, tales son los casos en América Latina de Argentina, Colombia y Chile o, la mayoría de países de la Unión Europea (UE) comprando combustibles a los gringos a un precio descomunal. En Colombia, además, los dólares escasean por el déficit de la balanza comercial -informes oficiales muestran que a agosto de este año nos faltaron US$2.168 millones-.

 Pero los colombianos no podemos quedarnos en meras explicaciones técnicas, que, además, nos las repiten sea porque la convertibilidad del dólar sube, sea porque baja. La relación de una moneda con el dólar se convierte en un dolor de cabeza según la dependencia o independencia económica de un país con la potencia norteamericana. Estados Unidos contó -hasta 1971- con la nada despreciable ventajita de tener el dólar como la moneda de cambio mundial “obligatoria” (moneda hegemónica). Bajo el gobierno de Nixon (1971), los Estados Unidos que perdían terreno por la liberación nacional de varios países de África, Asia y América Latina y el creciente avance de la potencia soviética, el dólar se debilitó y debió ceder como moneda mundial única; desde entonces, se supone, en el mundo se puede transar en otras monedas; de hecho hoy, puesta en entredicho la supremacía norteamericana, ya varios países utilizan sus monedas nacionales para el intercambio; el dólar pierde parte de su mundo concebido en Breton Woods (1944) y ya no intimida a muchos. Al contrario, países soberanos como Rusia, China, la misma India y otros que poco a poco se van sumando, deciden transar sus bienes en monedas nacionales y aunque allí se aprecie el dólar, no les produce la desazón que a Occidente aflige; es más, pueden resultar favorecidos y cobrar venganza, dado que los productos de exportación de los gringos se tornan menos competitivos, es decir, similares bienes, pero fabricados en países con monedas devaluadas, resultan menos costosos a la hora de importarlos.

 Así pues, la devaluación y/o revaluación de las monedas nacionales frente al dólar ni ocurre igual en todas partes ni, tampoco, azota a todos, como sucede con Colombia que nos mal afecta, tanto por devaluación como por revaluación del peso frente al dólar. Si se devalúa el peso, lloran los exportadores que  pierden competitividad  y les reembolsan menos pesos por sus ventas en el exterior, pero padecemos todos porque como no se exporta con el sano criterio de vender excedentes, sino de vender al mejor postor, nos obligan a consumir nuestra propia producción a precios internacionales (el café y la gasolina son casos aberrantes), aberración al que se somete Petro, atento como el que más a la ortodoxia económica neoliberal. Por su parte, si se revalúa el peso, lloran los importadores que tienen que pagar con dólares caros sus importaciones; se encarece salir al exterior de negocios, turismo, etc. Y pagamos todos porque se suben los intereses de la cuantiosa deuda pública a la que el gobierno de Petro sigue sumando -$78 billones cubrirán el servicio de la deuda pública (2023), de estos, más del 50% es para intereses- Padecemos por la gran cantidad de bienes extranjeros que consumimos dada la raquítica producción nacional y sobre todo el atraso en la producción agropecuaria -son 14 millones de toneladas anuales de alimentos que se pagan en el exterior con dólares caros-. Tenemos un déficit en la balanza comercial de US $2.168 millones, y de remate, exportamos materias primas con bajo agregado nacional; total, por las exportaciones con dólar revaluado no nos beneficiamos, como debiera, porque exportamos en bruto o no hay mucho que exportar.

 En Colombia tenemos que soportar la tiranía del dólar igual si el peso se devalúa como si se revalúa frente a esa moneda, la exigua soberanía económica y política nos deja sin alternativa. Y, el gobierno de Petro sólo ha demostrado continuismo y sometimiento en materias tan definitivas, diríase que la única dotación que encontró utilizable cuando se acomodó en la Casa de Nariño fueron las rodilleras que dejó Duque. No ha dejado de observar los ucases norteamericanos, cuánta condescendencia con los visitantes del Norte: con la generala del Comando Sur inspeccionado las 9 bases militares, con el segundo de la Casa Blanca, Antony Blinquen ¿a qué vino a Colombia el mismo que viaja por el mundo amenazando a Rusia, a China, a Irán, a India, a Europa…? ¿A qué vino y a santo de qué tanta deferencia con el jefe de la Central de Inteligencia Americana (CIA), misma que conspira, urde y ejecuta toda clase de planes intervencionistas, violentos, terroristas y criminales del mundo? Pareciera que Petro ni su canciller tuvieran referencia alguna de la incendiaria OTAN cuando la invitan a que “apague” los incendios en la Amazonía. Y, al mejor estilo de Duque, Santos, Uribe V. nos anuncia un equipo militar dizque conjunto con la armada norteamericana y su “regalo” de helicópteros black hawk (perdón, guacamayas) sobrevolando nuestras selvas. El Petro suplicante ante el FMI por dólares para comprar tierras a los granterratenientes y ante las firmas calificadoras para que le digan ¿qué debe hacer para que califiquen AAA su política económica?  

 En fin, la tasa de cambio puede subir o bajar ¡qué más da! pero es una herramienta de presión que le dice al gobernante de turno qué hace falta para recibir el visto bueno de sus amos. Y será así para todos los países que se sometan a la ortodoxia económica dictada por la Reserva Federal (FED), FMI, Banco Mundial.

Soberanía es lo que necesita el país para comerciar con el mundo en cualquier moneda existente y sobreponerse a la tiranía del dólar.

 Algunos vínculos utilizados y recomendados:

https://thecradle.co/article-view/21245/columns

- https://www.mincit.gov.co/getattachment/estudios-economicos/estadisticas-e-informes/informes-de-importaciones-colombianas-y-balanza-co/2022/agosto/oee-mab-informe-de-importaciones-y-balanza-comercial-ago-2022.pdf.aspx

- https://www.ambitojuridico.com/noticias/general/aprobado-presupuesto-general-de-la-nacion-2023-por-mas-de-405-billones

- https://thecradle.co/Article/Columns/17447

- https://actualidad.rt.com/actualidad/446247-renuncia-rusia-dolar-euro-proceso-irreversible

- https://www.jorgerobledo.com/carta-abierta-al-presidente-gustavo-petro/

 

jueves, 15 de septiembre de 2022

 La trampa de los precios internacionales del petróleo y el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC)

 Aclaraciones pertinentes:

1-    ¿Por qué la existencia del FEPC?: se creó con el criterio neoliberal dominante que, en Colombia debemos pagar los combustibles a precios internacionales, no obstante producir y exportar petróleo.

2-    Colombia está en capacidad de refinar para satisfacer la demanda nacional de gasolina y ACPM, sin embargo, según fuentes de Ecopetrol, importamos diariamente entre 30.000 y 40.000 barriles de combustible líquido.

3-   Colombia hoy exporta crudo a unos precios sumamente favorables, lo normal fuera, entonces, que los colombianos nos beneficiáramos, sin embargo, el gobierno de turno, sumiso a las “calificadoras” de riesgo, al FMI y a las multinacionales petroleras, decide subir el precio a los combustibles. 

4-    El cuento de los subsidios a la gasolina en Colombia parte del absurdo siguiente: Para Ecopetrol y demás productores, es mejor negocio (por los buenos precios internacionales) exportar t̳o̳d̳a̳ ̳su producción, pero, como destinan una parte para satisfacer la demanda nacional, el Estado (vía subsidios) o los consumidores (vía precios) debemos reponerles lo que, por ese motivo, dejan de percibir. Es nuestro petróleo, pero ¡𝙥𝙤𝙧 𝙛𝙖𝙫𝙤𝙧 𝙣𝙤 𝙨𝙚 𝙡𝙤 𝙡𝙡𝙚𝙫𝙚𝙣 𝙩𝙤𝙙𝙤, 𝙙é𝙟𝙖𝙣𝙤𝙨 𝙪𝙣 𝙥𝙤𝙦𝙪𝙞𝙩𝙤! … Es un absurdo.

5-    Los costos de extracción del crudo en Colombia pueden estar entre US$7 y US$23 el barril, el precio de venta internacional ronda los US$100; siendo nuestro petróleo, esta apreciable diferencia a nuestro favor prueba que no debe hablarse de subsidios sino de excedentes $$$ que, incluso debieran revertir en un precio menor por la gasolina que hoy pagamos en las distribuidoras.

6-    ¿Quién consigna en el FEPC?: cada año el presupuesto nacional asigna una partida. El proyecto 2023 contempla $19 billones; no obstante, se calcula que tal partida presupuestal debiera ser de $30 a $35 billones, de lo contrario, al final de año faltarían $14 billones que, sumados al déficit del año anterior, a 31 de dic/2022 se le deberán al FEPC casi $25 billones.

7-    ¿Para dónde van los dineros del FEPC?: el FEPC desembolsa a Ecopetrol y demás productores e importadores de combustibles

 

Ese exabrupto de perjudicar a los colombianos subiendo precios a los combustibles, siendo que los precios internacionales del crudo nos favorecen, debe ser rechazado categóricamente. Ecopetrol y demás productores que se benefician por los altos precios del crudo que exportan deben asumir como suyos los sobrecostos de la gasolina importada, pero por encima de eso, lo apropiado es destinar recursos para incrementar la refinación en Colombia y así sustituir las costosas importaciones. Distintas voces y desde diferentes escenarios, a los gobiernos se les ha presentado esta demanda que, entre otros, genera empleos, nuevos ingresos al fisco y alivio al bolsillo de la población.  

 De esta manera 𝕖𝕝 𝔽𝔼ℙℂ, 𝕢𝕦𝕖 𝕟𝕦𝕟𝕔𝕒 𝕕𝕖𝕓𝕚ó 𝕖𝕩𝕚𝕤𝕥𝕚𝕣, 𝕢𝕦𝕖 𝕟𝕒𝕔𝕚ó 𝕕𝕖𝕗𝕚𝕔𝕚𝕥𝕒𝕣𝕚𝕠 𝕖 𝕚𝕟𝕤𝕠𝕤𝕥𝕖𝕟𝕚𝕓𝕝𝕖, queda sobrando, con él también desaparece la “obligación” y el tal déficit en cuestión y, a cambio, generaría sencillos cruces de cuentas contables de dividendos e impuestos pagados al fisco nacional por Ecopetrol y demás empresas involucradas en el negocio de combustibles. Consecuencia obvia: Ecopetrol y empresas involucradas reparten menos utilidades (dividendos), pagan menos impuestos y, en compensación desaparece aquella partida de gastos (transferencias) en el presupuesto nacional y, con ella, también desaparece la justificación del incremento de precios a la gasolina que se propone este Gobierno.

 Ahora bien, cualquiera puede confrontar la exposición de motivos de las reformas tributarias e incrementos de precios en combustibles y servicios públicos de los diferentes gobiernos hasta el presente y, la argumentación no deja de ser la misma: es para reducir la pobreza, es para salud, educación, niños desamparados, etc.; en fin, se lee, son para beneficio del pueblo. Esa es la retahíla y no puede ser otra, porque, por definición, para eso son los impuestos y demás ingresos del estado. Así que, señores del "Gobierno del cambio", no pretendan que hay algo nuevo en la retórica con que defienden su ofensiva alcabalera.

 Por todo lo anterior, a los colombianos no nos debiera quedar dudas, que de una vez por todas debe rechazarse ese manido cuento neoliberal de pagar a precios internacionales. Lo razonable es que lo que Colombia produce, se consuma a precios nacionales, sean los combustibles en cuestión o cualesquiera otro bien o servicio; en consecuencia, señor presidente Petro, antes que lanzarse contra el bolsillo de los colombianos mediante las recurrentes reformas tributarias, pensionales y laborales: fomentar y garantizar producción nacional es el deber y es la solución para decenas de males. Claro está, como el dicho popular, para eso “hay que tener cojones”; bueno, aquí no se trata de cojones, sino de confrontar las imposiciones de las agencias prestamistas, el voraz apetito de las multinacionales petroleras y las “calificadoras” de riesgos con sus calificaciones intimidantes. Y como para enfrentarlos es necesaria la movilización popular, al presidente Gustavo Petro no le será difícil convocarla y liderarla. Bienvenida la resistencia civil por la soberanía económica.

 Algunas fuentes consultadas

  https://www.minhacienda.gov.co/webcenter/ShowProperty?nodeId=%2FConexionContent%2FWCC_CLUSTER-200257%2F%2FidcPrimaryFile&revision=latestreleased

https://www.bloomberglinea.com/2021/11/10/cuanto-le-vale-a-ecopetrol-extraer-un-barril-de-petroleo/

https://acipet.com/noticias/a-8-6-billones-llegara-deficit-de-fondo-de-estabilizacion-de-precios-de-combustibles-la-republica

https://www.ecopetrol.com.co/wps/portal/Home/es/noticias/detalle/resultados-2T-2022


 

lunes, 12 de septiembre de 2022

 

miércoles, 31 de agosto de 2022

𝟚𝟠 𝕒𝕟𝕚𝕧𝕖𝕣𝕤𝕒𝕣𝕚𝕠 𝕕𝕖 𝕝𝕒 𝕞𝕦𝕖𝕣𝕥𝕖 𝕕𝕖 𝔽𝕣𝕒𝕟𝕔𝕚𝕤𝕔𝕠 𝕄𝕠𝕤𝕢𝕦𝕖𝕣𝕒 𝕊𝕒́𝕟𝕔𝕙𝕖𝕫

𝓓𝓮𝓭𝓲𝓬𝓪𝓻𝓮𝓶𝓸𝓼 𝓮𝓼𝓽𝓮 𝓫𝓵𝓸𝓰 𝓭𝓾𝓻𝓪𝓷𝓽𝓮 𝓮𝓵 𝓹𝓻𝓮𝓼𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓶𝓮𝓼 𝓭𝓮 𝓪𝓰𝓸𝓼𝓽𝓸 𝓪 𝓶𝓸𝓼𝓽𝓻𝓪𝓻 𝓵𝓪𝓼 𝓮𝓷𝓼𝓮𝓷̃𝓪𝓷𝔃𝓪𝓼 𝔂 𝓿𝓲𝓰𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮𝓵 𝓹𝓮𝓷𝓼𝓪𝓶𝓲𝓮𝓷𝓽𝓸 𝓭𝓮 𝓕𝓻𝓪𝓷𝓬𝓲𝓼𝓬𝓸 𝓜𝓸𝓼𝓺𝓾𝓮𝓻𝓪 𝓢.


𝟏- 𝐈𝐧𝐟𝐚𝐧𝐭𝐢𝐥𝐢𝐬𝐦𝐨 𝐢𝐳𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐝𝐢𝐬𝐭𝐚, 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐢𝐜𝐢𝐩𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐞𝐥𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫𝐚𝐥 𝐲 𝐜𝐫𝐞𝐭𝐢𝐧𝐢𝐬𝐦𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐥𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚𝐫𝐢𝐨‧ 
𝟐-𝐂𝐚𝐫𝐚𝐜𝐭𝐞𝐫𝐢𝐳𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐞𝐝𝐚𝐝 𝐂𝐨𝐥𝐨𝐦𝐛𝐢𝐚𝐧𝐚 y 𝐜𝐥𝐚𝐬𝐞𝐬 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐞𝐧 𝐂𝐨𝐥𝐨𝐦𝐛𝐢𝐚 
𝟑- 𝐂𝐚𝐫𝐚𝐜𝐭𝐞𝐫𝐢𝐳𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞𝐥 𝐏𝐚𝐫𝐭𝐢𝐝𝐨, 𝐝𝐞𝐥 𝐅𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐔́𝐧𝐢𝐜𝐨 𝐲 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐑𝐞𝐯𝐨𝐥𝐮𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐂𝐨𝐥𝐨𝐦𝐛𝐢𝐚𝐧𝐚 
𝟒- 𝐅𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐢𝐚𝐥 𝐚𝐧𝐭𝐢𝐢𝐦𝐩𝐞𝐫𝐢𝐚𝐥𝐢𝐬𝐭𝐚‧ 
𝟓- 𝐆𝐮𝐞𝐫𝐫𝐚 𝐲 "𝐩𝐚𝐳" 
𝟔- 𝐂𝐨𝐧𝐬𝐭𝐢𝐭𝐮𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞𝐥 𝟗𝟏 𝐲 𝐫𝐞𝐜𝐨𝐥𝐨𝐧𝐢𝐳𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐧𝐨𝐫𝐭𝐞𝐚𝐦𝐞𝐫𝐢𝐜𝐚𝐧𝐚

viernes, 26 de agosto de 2022

 

Enseñanzas y vigencia del pensamiento de Mosquera.

 GUERRA Y “PAZ”

 Tratemos de develar las razones por las que este gobierno centra todo su discurso en la “paz total”. ¿Acaso ya no se firmó una “paz” con Juan M. Santos en el año 2016?, otra en 1990 con el M-19 y otra con el gobierno de Betancur?, ¿acaso Santos -que ahora cogobierna con Petro- no recibió premio Nóbel por el acuerdo de paz con las Farc? Desde Belisario Betancur hasta hoy van 42 años manoseando las categorías de guerra y paz ¿por cuántos años más ese soporífico cuya presencia aparta a las masas de la lucha popular? Tal parece, la “paz total” esconde la cuasi convicción de Petro de no poder cumplir sus ofrecimientos de cambio; los colombianos entonces tendremos que avizorar de este Gobierno una pragmática dialéctica: un contenido económico antipopular y antinacional disimulado bajo un formato pacificador, montado, ese sí, con “bombos y platillos”. Ante el montón de promesas que no podrá cumplir, Petro se aferra dócil y flexible ante la horda delincuencial para que salve su cuatrienio del “derrumbe total”. En este punto, pertinente es recordarles a los petristas las enseñanzas del Maestro, “𝘠 𝘥𝘦𝘣𝘪𝘥𝘰 𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘶𝘯𝘤𝘢 𝘣𝘳𝘪𝘭𝘭𝘢𝘳á 𝘣𝘢𝘫𝘰 𝘭𝘢𝘴 𝘢𝘥𝘮𝘪𝘯𝘪𝘴𝘵𝘳𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘰𝘭𝘪𝘨á𝘳𝘲𝘶𝘪𝘤𝘢𝘴 𝘭𝘢 𝘵𝘢𝘯 𝘴𝘰𝘭𝘪𝘤𝘪𝘵𝘢𝘥𝘢 𝘫𝘶𝘴𝘵𝘪𝘤𝘪𝘢 𝘴𝘰𝘤𝘪𝘢𝘭, 𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘳𝘰𝘣𝘭𝘦𝘮𝘢𝘴 𝘴𝘦 𝘢𝘨𝘶𝘥𝘪𝘻𝘢𝘳á𝘯 𝘦𝘯 𝘭𝘶𝘨𝘢𝘳 𝘥𝘦 𝘢𝘵𝘦𝘯𝘶𝘢𝘳𝘴𝘦, 𝘱𝘰𝘳 𝘮á𝘴 𝘪𝘯𝘤𝘪𝘦𝘯𝘴𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦 𝘣𝘢𝘵𝘢 𝘢 𝘭𝘰𝘴 𝘥𝘦𝘮𝘢𝘨𝘰𝘨𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘵𝘶𝘳𝘯𝘰 𝘵𝘪𝘱𝘰 𝘉𝘦𝘭𝘪𝘴𝘢𝘳𝘪𝘰 𝘉𝘦𝘵𝘢𝘯𝘤𝘶𝘳, 𝘦𝘯𝘵𝘰𝘯𝘤𝘦𝘴, 𝘦𝘯 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘦𝘤𝘶𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢, 𝘵𝘢𝘮𝘱𝘰𝘤𝘰 𝘴𝘦 𝘰𝘣𝘵𝘦𝘯𝘥𝘳á 𝘭𝘢 "𝘱𝘢𝘻", 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘯𝘰 𝘩𝘢 𝘩𝘢𝘣𝘪𝘥𝘰 𝘨𝘶𝘦𝘳𝘳𝘢 𝘱𝘰𝘱𝘶𝘭𝘢𝘳, 𝘦𝘴 𝘥𝘦𝘤𝘪𝘳, 𝘤𝘰𝘯 𝘭𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘵𝘪𝘤𝘪𝘱𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘥𝘦𝘭 𝘱𝘶𝘦𝘣𝘭𝘰, 𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦 𝘱𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘥𝘦 𝘱𝘳𝘦𝘮𝘪𝘴𝘢𝘴 𝘧𝘢𝘭𝘴𝘢𝘴, 𝘥𝘦 𝘦𝘯𝘵𝘦𝘭𝘦𝘲𝘶𝘪𝘢𝘴 "𝘪𝘻𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢𝘴" 𝘺 𝘥𝘦𝘳𝘦𝘤𝘩𝘪𝘴𝘵𝘢𝘴”. En Resistencia Civil, Francisco Mosquera, Ni guerra, ni paz, 1983. Ni más ni menos: una es la guerra y muy distinta es la violencia, esta sí, contra las mayorías inermes, ejercida por minorías armadas -guerrillas, paramilitares, narcotraficantes, delincuencia común y fuerzas estatales-. Y como en Colombia no hay guerra, tampoco sueñen con paz.

 Ahora bien, la violencia, hoy extendida por todo el país, involucra a un sin número de bandas dispersas que, grandes o pequeñas, delinquen motivadas por el control, producción y comercio de estupefacientes, minería, contrabando y otros negocios ilícitos, es decir, en ellas no hay ideologías, política partidista ni aspiraciones de poder político o estatal, tratar con ellos es totalmente diferente a lo negociado en procesos pasados como el del gobierno de Santos ¿qué implica entonces? O ¿qué negociar? Y ¿a cambio de qué?: Negociar con ellas implica que dejen de producir y comerciar estupefacientes, que entreguen las armas, los cultivos, las mercancías, las minas, los corredores de tránsito y comercio ilícitos y delaten a posibles “herederos” del negocio; la pregunta es ¿qué puede el Gobierno ofrecerles a cambio, de tal manera que tantos delincuentes acepten tamaña exigencia? Si el Gobierno les ofrece la no extradición ¿los amos del Norte aceptarán? Si les ofrece otra JEP, impunidad o condenas simbólicas ¿se aguantarán las víctimas? ¿sobrevivirá el Gobierno a la controversia suscitada? Si les ofrece legalizar sus fortunas ¿cuántas otras fortunas querrán trato igualitario? En cualquier caso ¡qué se olvide el Gobierno de que podrá engañar al país montando un espectáculo de negociación para la entrega de los actuales cabecillas, dejando incólumes aquellos negocios que mañana continuarán con otros cabecillas y las mismas atrocidades!

 El amoroso, pacificador y suplicante discurso de posesión del Presidente el siete de agosto vaticinaba lo que, a menos de un mes, estamos observando, veamos algunas muestras: los tejemanejes en el parlamento controlado por el Pacto petrista muestran la natural e histórica sinvergüencería, mas la frágil unidad que avizora saltar en pedazos; el proyecto tributario se presentó sólo por la mitad de los $50 billones anunciados y se han notificado rebajas en la medida que los poderosos gremios reclaman (va quedando lo que al común le malafecta). La Ministra de Agricultura, ante los desposeídos que se atreven a tomar posesión de grandes fundos clama enérgicamente por la observancia de la Constitución y el respeto a la propiedad privada (los poderosos aplauden aliviados). Ante el mandatario español (que Petro, sumiso denomina Reino de España) quien advierte sobre la seguridad jurídica para poder hacer negocios, asiente con la cabeza. Las masacres ni los violentos paran, no obstante las banderas blancas de Petro, materializadas con purga de charreteras, visita a La Habana, desmonte de órdenes de captura, suspensión de bombardeos, suspensión del glifosato, etc. La delegación gringa inicialmente rechaza las sugerencias de Petro en materia de extradición y narcotráfico. La reforma laboral “favorable al asalariado” ya no va, por lo menos este año, los empleadores pusieron el grito en el cielo. Se anuncia venta de acciones de la nación (privatización) en empresas de energía. Ante las tragedias por inundaciones en la Mojana, implora (al mejor estilo papal) a los grandes latifundistas para que paguen impuestos en especie (tierras). Y, tratando de súplicas, el Minhacienda se va a los Estados Unidos a “hablar" con las calificadoras de riesgo Fitch, Standard & Poor’s y Moody’s; no se puede esconder el carácter neocolonial ante USA de nuestra sociedad que, como lo enseñara Mosquera, sólo puede superarse mediante la revolución de nueva democracia, nunca en “ancas de unas elecciones”.

 Como se avecinan cuatro largos años de farragosas y aburridoras negociaciones con los elenos, citemos al camarada Mosquera cuando se refirió al proceso de paz belisarista “𝘕𝘰𝘴𝘰𝘵𝘳𝘰𝘴 𝘴𝘪𝘮𝘱𝘭𝘦𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘦𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘮𝘰𝘴, 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘰, 𝘲𝘶𝘦 𝘢 𝘭𝘢 𝘱𝘰𝘴𝘵𝘳𝘦 𝘴𝘢𝘭𝘨𝘢𝘯 𝘧𝘢𝘷𝘰𝘳𝘦𝘤𝘪𝘥𝘰𝘴 𝘶𝘯𝘰𝘴 𝘮é𝘵𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘺 𝘶𝘯𝘢 𝘵á𝘤𝘵𝘪𝘤𝘢 𝘳𝘦𝘷𝘰𝘭𝘶𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘳𝘪𝘰𝘴 𝘺 𝘤𝘰𝘳𝘳𝘦𝘤𝘵𝘰𝘴, 𝘺, 𝘴𝘦𝘨𝘶𝘯𝘥𝘰, 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘯 𝘯𝘪𝘯𝘨ú𝘯 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘥𝘪𝘤𝘩𝘢 𝘨𝘦𝘴𝘵𝘪ó𝘯 𝘴𝘪𝘳𝘷𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘰𝘤𝘶𝘭𝘵𝘢𝘳 𝘢ú𝘯 𝘮á𝘴 𝘭𝘢 í𝘯𝘥𝘰𝘭𝘦 𝘢𝘯𝘵𝘪𝘯𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘭 𝘺 𝘢𝘯𝘵𝘪𝘱𝘰𝘱𝘶𝘭𝘢𝘳 𝘥𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘰𝘴 𝘢𝘥𝘮𝘪𝘯𝘪𝘴𝘵𝘳𝘢𝘥𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘷𝘦𝘵𝘶𝘴𝘵𝘢 𝘳𝘦𝘱ú𝘣𝘭𝘪𝘤𝘢”. Francisco Mosquera, Resistencia Civil, Ni guerra, ni paz, 1983.

 Nota: no se escriben las fuentes, porque todo está fresquito en la prensa y de boca de los protagonistas.

 Adenda: un Presidente despistado. Gustavo Petro, en ocasiones se porta como si el siete de agosto hubiese ingresado a una sociedad comunista y, entonces, quiere que los policías y reclutas puedan convertirse en generales; que no haya clubes ni comedores de oficiales y suboficiales, que todos almuercen en los humildes mesones de los soldados, que la Casa de Nariño sea la “casa de todos”; que las amas de casa reciban salario…; Pero no escarmienta, cuando al día siguiente se estrella con la realidad de toda sociedad dividida en clases.

miércoles, 24 de agosto de 2022

 𝐂𝐚𝐫𝐚𝐜𝐭𝐞𝐫𝐢𝐳𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞𝐥 𝐏𝐚𝐫𝐭𝐢𝐝𝐨, 𝐝𝐞𝐥 𝐅𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐔́𝐧𝐢𝐜𝐨 𝐲 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐑𝐞𝐯𝐨𝐥𝐮𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐂𝐨𝐥𝐨𝐦𝐛𝐢𝐚𝐧𝐚

“la tarea principal del momento es concentrar esfuerzos en la construcción y fortalecimiento del partido del proletariado de Colombia, capaz de convertirse en el estado mayor de la revolución colombiana”. Francisco Mosquera S.

http://moircosmos.org/cuestiones-fudamentales-revoluci%C3%B3n-colombiana.html

 

Partidos y dirigentes arrastran sin pudor a las masas tras las “mieles” del ganador de turno en la Casa de Nariño.

Oscuro panorama se cierne, por ahora, ante la ausencia de organizaciones y líderes capaces de discernir la continuidad que, en materia sustancial para Colombia, encarna el nuevo primer mandatario y su gran coalición. Gustavo Petro resultó maestro de maestros a la hora de forjar ilusiones con su retórica cuasi veraz. ¡Cómo se siente la ausencia de un partido revolucionario! que como el de Mosquera, aunque pequeño, en su momento pudo brindar claridad en los escenarios que tuvo a su alcance, sobre gobiernos tan demagógicos -tipo Belisario Betancur (1980-1984)- ante el que también sucumbiera la mayoría de dirigentes, populares unos y no tan populares, otros.

Ahora bien, resulta trágico cómico ver los partidos políticos a partir de la Constitución del 91. Antes, habría media docena de partidos: los tres tradicionales (liberal, conservador y comunista), el MOIR y otros pequeños de bajo perfil. Bajo imposición neoliberal y aprobada esa Carta aparecieron algo más de 70 agrupaciones; López Michelsen ya se había referido al fenómeno como “operación avispa”, por la cual cada jefecillo monta su “partido” personalizado, con el que compite por personería jurídica y dádivas oficiales, curules, burocracia y lisonjas. La Constitución del 91 en su traza más demagógica creó el reinado de las minorías; con el señuelo de la democracia participativa, se crearon partidos a granel “para empoderar” a las minorías (indígenas, negritudes, ambientalistas…) contraviniendo uno de los pilares de la democracia cual es el que la minoría se somete a la mayoría.

Mosquera, en cambio, al mejor estilo de Lenin, vivió para la construcción del partido del proletariado como clase dirigente del resto de clases sojuzgadas por el imperialismo y sus lacayos la gran burguesía y los terratenientes, mismos que continúan aún hoy usufructuando del atrasado país que forjaron a lo largo de la centuria precedente. Veamos apartes de los estatutos del partido de Mosquera: “El Partido del Trabajo de Colombia es un partido de la clase obrera. Su misión fundamental consiste en dirigir la lucha de clases del proletariado colombiano por su emancipación definitiva, instaurar el socialismo y realizar el comunismo. Defiende los intereses del pueblo y de la nación colombiana y su objetivo inmediato es la revolución de nueva democracia… “El Partido aplica el marxismo leninismo pensamiento Mao Tsetung a las condiciones concretas de Colombia, teniendo en cuenta y confrontando críticamente la experiencia universal del proletariado” … “Esta revolución desarrolla la lucha de clases del proletariado, resuelve los problemas de la liberación nacional del yugo imperialista, de la eliminación del régimen de explotación terrateniente y de la construcción de una economía independiente y próspera, implanta una serie de reformas democráticas y sienta las bases para el socialismo” … “El Partido del Trabajo de Colombia, consecuente con el internacionalismo proletario, apoya a los países socialistas y al proletariado mundial, apoya a los movimientos de liberación nacional de Asia, África y América Latina y las luchas revolucionarias de todos los pueblos, la unidad del Partido es indispensable para el cumplimiento de sus tareas históricas, la unidad se conserva sobre la base del centralismo democrático que exige el respeto a la democracia y a la dirección centralizada…”.  En ausencia de tales propiedades, talvez se encuentren las causas por las que los partidos políticos en Colombia sean hoy los entes más desacreditados entre las mayorías laboriosas. Y, por la misma razón, debemos reivindicar aquellas características con las que los revolucionarios han de ganarse la confianza popular.  

Parecido acontece con el Frente Único de liberación nacional, leamos a Mosquera (resaltado nuestro): “... Son las masas populares en última instancia el factor determinante de toda revolución. Por lo tanto, la dirección revolucionaria debe vincularse a las masas, debe saber su estado de ánimo, su moral de combate, la real correlación de fuerzas y plantear tareas tácticas que correspondan a esas situaciones. El proceso de la revolución es ir desarrollando luchas, desde las más simples y aisladas hasta las más elevadas y coordinadas. En ese proceso, las masas van adquiriendo conciencia y los revolucionarios se van fusionando a las masas…” “…Nuestra revolución en la etapa actual, no obstante ser nacional y democrática, a pesar de no ser socialista, sólo puede ser capitaneada por el proletariado y es una revolución que le sirve fundamentalmente a la clase obrera. El hecho de que en la revolución colombiana pueda participar hasta la burguesía nacional que tiene contradicciones con el imperialismo y que el proletariado deba buscar la alianza con esa burguesía, no significa que el proletariado pase a ser la cola de ningún sector burgués ni que adopte las concepciones y los puntos de vista de éste…” “… Es decir, democrático-burguesa, porque las transformaciones que hace la revolución son fundamentalmente dos: la liberación nacional del yugo del imperialismo yanqui y la eliminación de la explotación terrateniente. Al lograr estas dos transformaciones se abre paso al resto de cambios democráticos que exigen las masas populares …” *.

El inquilino de turno, a quien amañada o erróneamente, califican de izquierdista, plantea todo al revés, con lo cual es un engaño. En su discurso de posesión el 7 de agosto pasado, sugiere “humildemente" que, para poder gobernar, necesita esta clase de ayudas: a la humanidad, a la ONU, al FMI, a los Estados Unidos y al Papa. Al igual que Simón Bolívar quien, minimizando, desconfiando y denigrando de las clases con las que conquistó la independencia, propuso poner la Gran Colombia bajo protectorado del imperio inglés, Petro tampoco confía en las huestes populares ni el campesinado (a todos los trata como discapacitados y necesitados de un padre bonachón que repartirá subsidios y mejoras) tampoco confía en su clase, la pequeña burguesía  y clama comprensión y ayuda precisamente a quienes, el pueblo, habrá de combatir y expulsar de la patria, al FMI, al imperialismo norteamericano y a las clases vendepatria. Aterricen señores petristas, en nuestra ayuda no vendrán el imperio ni sus órganos agiotistas ni las agencias multilaterales (ONU, OEA…) ni los tribunales supranacionales (CIDH, Escazú...) por el contrario, nuestro futuro libre y soberano depende del proletariado a la cabeza del campesinado, de la pequeña burguesía y de la misma burguesía nacional antiimperialista.

Adenda: Diferencia determinante: en el Pacto Histórico caben todos los que avalen el mentado “progresismo” y las medidas petristas. Mientras que al Frente Único de Liberación Nacional sólo pueden pertenecer las clases, sectores y personalidades comprometidas contra el imperialismo y contra sus súbditos e intermediarios: la gran burguesía y los grandes terratenientes.

* Unidad y Combate, Francisco Mosquera, Prólogo, Estrategia y táctica del Moir. 1) Cuestiones fundamentales de la Revolución Colombiana. 2) Concepción marxista del problema agrario.

miércoles, 17 de agosto de 2022

 𝐂𝐚𝐫𝐚𝐜𝐭𝐞𝐫𝐢𝐳𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐞𝐝𝐚𝐝 𝐂𝐨𝐥𝐨𝐦𝐛𝐢𝐚𝐧𝐚, 𝐜𝐥𝐚𝐬𝐞𝐬 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐞𝐧 𝐂𝐨𝐥𝐨𝐦𝐛𝐢𝐚

 Al señalarse las relaciones neocoloniales y semifeudales se da por sentado un grado definido de desarrollo capitalista, en términos relativos, de Colombia. Empero la constante ha sido la de que el capitalismo nacional permaneció siempre raquítico y enano, y bajo aquellas relaciones su suerte está echada. Y lo está de manera absoluta, ya que estas naciones atrasadas y sojuzgadas de la era imperialista no fueron, no son y no serán países capitalistas en el sentido estricto de la palabra, verbigracia, de acuerdo con el arquetipo europeo o norteamericano” Concepción marxista del problema agrario, Francisco Mosquera S.  https://www.marxists.org/espanol/mosquera/2009/unidad-y-combate.pdf

Se podría traer citas varias como esta en las que Mosquera muestra y demuestra 𝓵𝓪 𝓬𝓪𝓻𝓪𝓬𝓽𝓮𝓻𝓲́𝓼𝓽𝓲𝓬𝓪 𝓼𝓮𝓶𝓲𝓯𝓮𝓾𝓭𝓪𝓵 𝔂 𝓷𝓮𝓸𝓬𝓸𝓵𝓸𝓷𝓲𝓪𝓵 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓼𝓸𝓬𝓲𝓮𝓭𝓪𝓭 𝓬𝓸𝓵𝓸𝓶𝓫𝓲𝓪𝓷𝓪, la primera por la concentración de la propiedad rural en pocas manos ociosas y, las relaciones feudales y atrasadas de producción, la segunda por el bajo desarrollo del capitalismo en la ciudad y el campo debido a las trabas impuestas por las clases dominantes intermediarias de las grandes compañías internacionales.

Después de Mosquera ha “corrido mucha agua bajo el puente”, varios fenómenos se han dado al interior del país, de su composición de clases y los intereses de clase, particularmente a partir del colapso soviético que empujó a los USA a proponerse como potencia hegemónica, lanzando su recolonización sobre Colombia en particular y sobre América en general. Se vieron cambios, entre muchos, en la demografía, la composición económica y la dinámica política. La población rural colombiana que en la década del 70 era cerca del 70% de la población total, hoy, escasamente es del 25% aunque en términos absolutos es más numerosa (12.220.784 millones de personas de un total nacional de 51.609.474, según proyección a 2022, censo 2018). Se acentuó la concentración de la propiedad de la tierra a consecuencia de los fenómenos de guerrilla, paramilitarismo y narcotráfico https://www.semana.com/impacto/articulo/concentracion-de-la-tierra-en-colombia-el-1-por-ciento-de-las-fincas-mas-grandes-ocupan-el-81-por-ciento-de-la-tierra/40882/ ; el atraso en el campo es visceral. La informalidad económica y laboral en la ciudad se ha disparado, la producción industrial se ha rezagado aún más. Digamos que las relaciones feudales en el campo han mermado, sin que el capitalismo desarrollara avances comparables, por ese motivo, en cambio, se “fortalecen” las relaciones precapitalistas y artesanales. La población abandona los campos y las ciudades los “acogen” pero sin soluciones económicas avanzadas, creando cordones de miseria y violencia sin control.

Partiendo de la proyección a 2022 del censo mencionado, encontramos que hoy los campesinos pobres son más de la mitad y los pequeños y medianos algo menos de la mitad del campesinado total. La pequeña burguesía de la ciudad (vendedores informales, pequeños comerciante, desempleados y estudiantes mayores de 15 años) sumados a la pequeña burguesía rural totaliza algo más de 16 millones, configurando a esta como la clase más numerosa del país.

Por su parte, la gran burguesía parasitaria y los grandes terratenientes, intermediarios del imperialismo norteamericano han concentrado su dominio sometiendo al aparato productivo nacional y a los trabajadores mediante la maquinaria financiera, los servicios y la contratación estatal que los enriquece más; el sometimiento de la pandilla de turno gobernando en Casa de Nariño a los ucases del Norte y a las imposiciones de los organismo multilaterales no disminuye, no obstante, el pleno declive que anuncia el colapso de la hegemonía norteamericana y el surgir y esparcimiento global de otras economías como la china.

Bajo estas condiciones y operados estos cambios, las relaciones precapitalistas en la ciudad sigue predominando y, en el campo, aunque en ausencia de algunas relaciones feudales (aparcería, por ej.), la concentración de la propiedad rural, el latifundio ocioso- especulativo y el atraso en las faenas productivas del minifundio, la sociedad colombiana se sigue caracterizando como semifeudal y neocolonial, tal como Francisco Mosquera hace 50 años la definiera. 𝘼𝙦𝙪𝙚𝙡𝙡𝙤 𝙙𝙚 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙡 𝙥𝙖𝙞́𝙨 𝙚𝙨 𝙘𝙖𝙥𝙞𝙩𝙖𝙡𝙞𝙨𝙩𝙖, 𝙖𝙪𝙣𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙚𝙖 𝙡𝙖 𝙤𝙥𝙞𝙣𝙞𝙤́𝙣 𝙢𝙖𝙮𝙤𝙧𝙞𝙩𝙖𝙧𝙞𝙖𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙙𝙞𝙛𝙪𝙣𝙙𝙞𝙙𝙖, 𝙣𝙤 𝙙𝙚𝙟𝙖 𝙙𝙚 𝙨𝙚𝙧 𝙪𝙣 𝙚𝙭𝙖𝙗𝙧𝙪𝙥𝙩𝙤 𝙨𝙞𝙣 𝙨𝙪𝙨𝙩𝙚𝙣𝙩𝙤 𝙘𝙞𝙚𝙣𝙩𝙞́𝙛𝙞𝙘𝙤 𝙮 𝙚𝙣 𝙘𝙖𝙢𝙗𝙞𝙤 𝙥𝙚𝙧𝙟𝙪𝙙𝙞𝙘𝙞𝙖𝙡 𝙖 𝙡𝙖 𝙝𝙤𝙧𝙖 𝙙𝙚 𝙙𝙚𝙛𝙞𝙣𝙞𝙧 𝙚𝙡 𝙦𝙪𝙚𝙝𝙖𝙘𝙚𝙧 𝙙𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙘𝙡𝙖𝙨𝙚𝙨 𝙮 𝙥𝙖𝙧𝙩𝙞𝙙𝙤𝙨 𝙥𝙧𝙚𝙤𝙘𝙪𝙥𝙖𝙙𝙖𝙨 𝙥𝙤𝙧 𝙚𝙡 𝙛𝙪𝙩𝙪𝙧𝙤 𝙣𝙖𝙘𝙞𝙤𝙣𝙖𝙡.

Pretender desarrollar el capitalismo a la manera del gobierno recién posesionado, es utópico, demagógico y ahistórico. 𝙇𝙖 𝙗𝙪𝙧𝙜𝙪𝙚𝙨𝙞́𝙖 𝙣𝙖𝙘𝙞𝙤𝙣𝙖𝙡 𝙮 𝙡𝙖 𝙥𝙚𝙦𝙪𝙚𝙣̃𝙖 𝙗𝙪𝙧𝙜𝙪𝙚𝙨𝙞́𝙖, 𝙖𝙪𝙣𝙦𝙪𝙚 𝙥𝙪𝙚𝙙𝙚𝙣 𝙝𝙖𝙘𝙚𝙧 𝙖𝙥𝙤𝙧𝙩𝙚𝙨 𝙖𝙡 𝙥𝙧𝙤𝙜𝙧𝙚𝙨𝙤 𝙘𝙤𝙡𝙤𝙢𝙗𝙞𝙖𝙣𝙤, ya les pasó su “cuarto de hora”, no podrán liderar el avance de las fuerzas productivas y sacar al país del atraso ni de la sumisión a la potencia hegemónica. Para ello se necesita que el proletariado, a la cabeza del resto de clases antiimperialistas, tome la senda de la revolución despojando del poder e influencia a la gran burguesía y terratenientes y construya la sociedad de nueva democracia en marcha al socialismo

miércoles, 3 de agosto de 2022

 

Enseñanzas y vigencia de Mosquera,

Extremismo izquierdista, participación electoral, cretinismo parlamentario.

Al día de hoy, se volvió normal, que todas las fuerzas, políticos o no, participen en elecciones; pero en la década del 60 del pasado siglo, los grupos revolucionarios -que, para entonces, sí existían- consideraban válida sólo la lucha armada y censuraban como traición a sus ideales la participación electoral. En ese contexto es que aparece Francisco Mosquera para dar el debate y bregar por la construcción de un partido auténticamente marxista leninista que, con la orientación de los maestros del proletariado, asumiera las acciones necesarias para la lucha política entre ellas la vinculación a las masas (obreros, estudiantes, campesinos, intelectuales) y la participación electoral. Por encima de críticas y amenazas, decide en 1972 participar en las elecciones con el MOIR recién separado del MOEC.  Pero, Mosquera igual previno sobre la posibilidad de que la campaña electoral izquierdista no fuese utilizada revolucionariamente y se convirtiera en una campaña de ilusiones sobre supuestas bondades de la institucionalidad parlamentaria burguesa. Previsiones proféticas, si constatamos que ya hace más de 30 años, solo existen en Colombia agrupaciones que van a elecciones preocupados meramente por la obtención de curules, burocracia y manejo de presupuestos. La izquierda, que hace años dejó de serlo, abrazó ese perfil del cretinismo parlamentario y, como la vieja derecha, se dedicó a prometer y prometer para obtener votos sin los que, la opinión y el propio régimen, los daría por inexistentes y sin las dádivas derivadas de una personería jurídica ¡qué horror ¡

Veamos sus enseñanzas en este apartado del editorial de Tribuna Roja No 4, enero de 1972: Con la presencia del MOIR en las próximas elecciones, el proletariado, por primera vez, expondrá frente a las otras clases sus soluciones políticas durante un debate electoral. Los partidos liberal y conservador, aun cuando divididos, debilitados y aislados, van a ofrecer sus baratijas. Van a defender sus proyectos de mayor recorte de los derechos democráticos de la clase obrera; van a hacerle propaganda a los llamados planes de desarrollo que dan más garantías a los monopolios yanquis para sus inversiones y saqueo de nuestro país, como el Pacto Andino, los Fondos Regionales de Desarrollo, las reformas fiscales, etc., van a tratar de embaucar al campesinado con la reforma agraria proterrateniente; van a presentar la contrarreforma universitaria como un cambio «democrático» y «nacionalista». Todo esto en un intento inútil por unificar las filas de la reacción y por salvar la desahuciada alianza burgués-terrateniente proimperialista”.

“El Partido difundirá y explicará entre las masas sus programas y políticas durante el debate electoral, precisando las diferencias antagónicas con los partidos reaccionarios y con el oportunismo. Armará a las masas con las soluciones revolucionarias sobre los problemas fundamentales de la liberación nacional; la revolución agraria; la cultura nacional, científica y de masas; los derechos democráticos del proletariado y del pueblo en general y todas las demás reivindicaciones sentidas y exigidas por las masas”.

“En el debate electoral el Partido educará a las masas con sus consignas estratégicas de la creación de un partido revolucionario, de un frente único antiimperialista y de la necesidad de los instrumentos de poder real que le permitan al pueblo librar la lucha más elevada por la liberación nacional. En esta campaña el Partido ganará amigos, efectuará alianzas con clases, fuerzas y agrupaciones políticas que hacen parte del gigantesco frente antiimperialista. Lo más importante será que los sectores avanzados del proletariado podrán llegar masivamente a las zonas rurales para explicarle al campesinado que la clase obrera es su más íntimo aliado y que con su apoyo y dirección coronará con éxito la revolución agraria. Lograremos lo anterior si concentramos los esfuerzos en la campaña electoral y aplicamos una política unitaria, de acercamiento y persuasión con organizaciones y personas progresistas y revolucionarias

Ahora, escuchemos al camarada Iván Toro López (memoria eterna) quien se pronunciaba así ante el auditorio que conmemoraba el 10° aniversario de la muerte de Mosquera: “Cuando en 1972, Mosquera rompió definitivamente con el cascarón extremo izquierdista, al decretar la participación en las elecciones señaló, clara y rotundamente, que la incursión de los revolucionarios en las bregas comiciales y las curules que en ellas se alcancen, se deben utilizar para aprovechar ese amañado y reducido escenario, en procura de difundir las nuevas ideas y denunciar las tropelías del régimen y no para tejer ilusiones sobre la posibilidad de acceder al poder en virtud de unos sufragios. Se trata solamente de un medio, más no un fin, que permite espaciar las ideas revolucionarias y apisonar los cimientes de un Frente Único, puesto que las profundas transformaciones que requiere la dolida nación no serán el fruto de las gestiones y los trámites que se fraguan en el Parlamento, sino de la más portentosa gesta revolucionaria”

Al día de hoy, estas enseñanzas de Mosquera fueron totalmente olvidadas y tergiversadas hasta por sus propios “sucesores” y no deja duda que nada de lo que hacen, ofrecen y promueven en campaña electoral los supuestos izquierdistas resulta ser una versión más de las viejas mañanas de la coalición liberal conservadora con las que en aquellas calendas engañaban a las masas. Por lo mismo, no pueden los trabajadores y el pueblo hacerse ilusiones con las promesas de quienes cada cuatro año se presentan para resolver los inveterados problemas. Igual del parlamento burgués que tan entusiasta aparece hoy en franca gran coalición para arremeter contra el bolsillo de los colombianos. Tal vez podamos decir que agrupación ninguno en la lid electoral pasada utilizó cuerpo armado para hacer campaña política, pero, igual tampoco participó alguna que educara apropiadamente a los trabajadores y al pueblo sobre las posibilidades de resolver sus angustias mediante las instituciones vigentes, que sólo prolongarán el atraso y sumisión a los amos del norte hasta tanto no se construya el partido de la clase obrera que ha de convocar, aglutinar y guiar a las demás clases antiimperialistas en un Frente Revolucionario por la toma del poder y no tras el trajinado cambio de inquilino en la Casa de Nariño.

Cuatrienio por empezar que, con el remoquete de izquierdista y con el inveterado cuento de resolver las acuciantes necesidades populares, se insinúa como el más alcabalero de la historia republicana.